Por staff Solvento
En Solvento sabemos que la forma en que gestionas tus pagos puede ser la diferencia entre una operación eficiente o una llena de fricciones y sobrecostos. Hoy quiero invitarte a cuestionar un hábito que se ha normalizado en nuestra industria: diferir pagos a 60 o 90 días. ¿Sabes cuánto le cuesta realmente a tu operación?
Hace décadas, en momentos de alta inflación e incertidumbre, las grandes empresas del sector del transporte y logística comenzaron a extender sus plazos de pago como una estrategia para proteger su flujo de caja. Lo que comenzó como una solución táctica se convirtió en un estándar que rara vez se cuestiona.
Pero el entorno cambió: las cadenas de suministro son más complejas, los proveedores enfrentan tensiones de liquidez y la eficiencia es el factor clave. Ese hábito heredado podría estar saliendo muy caro.
Cuando una empresa difiere pagos, traslada la carga financiera a sus proveedores. Y eso genera un impacto directo e indirecto:
Eficiencia comprometida
Proveedores con problemas de liquidez pueden retrasar entregas, reducir calidad o priorizar clientes que pagan mejor.
Antes de pensar que pagar tarde es una estrategia de ahorro, hazte estas preguntas:
Modernizar tus pagos puede ser el camino para transformar estas respuestas en oportunidades. Hoy existen formas de equilibrar el flujo de caja de tu empresa sin generar tensiones en tu cadena de suministro. Soluciones como Solvento permiten que los proveedores reciban el pago a tiempo, mientras tu operación mantiene sus plazos financieros.
Esto ayuda a:
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